Limpieza de monedas medievales

Habeis sido varios los que en alguna ocasión me habeis preguntado acerca de cómo limpiar monedas medievales, las conocidas como «vellones» que por su aspecto frágil da hasta miedo tocarlas. Pues bien esta entrada pretende dar respuesta a esa eterna pregunta de la limpieza de este tipo de monedas medievales, que son las más delicadas. Lo que esta claro es que cada uno tendrá su propio sistema que le dará más o menos buen resultado, pero para aquellos que no lo tienen muy claro, el compañero del foro OMNI, pepemontesinoshijo, ha elaborado un protocolo de actuación indicando pormenorizadamente los pasos a seguir, obteniéndose resultados sorprendentes y siempre partiendo del principio de la prudencia en la intervención sobre la moneda. 

Muchisimas gracias Pepe por compartir con nosotros tus conocimientos sobre limpieza de monedas.

LIMPIEZA DE VELLONES
Por pepemontesinoshijo
Personalmente recomiendo seguir un protocolo de prioridades, antes de limpiar una pieza de vellón o de cualquier otro metal.

1-. Principio de la mínima intervención
Cuando nos encontramos ante un lote de monedas sin limpiar no se debe sacar ninguna conclusión a primera vista y no dejarnos llevar por la impulsividad, puesto que no sabemos nunca a 100% con lo que nos vamos a encontrar… Luego nuestra primera actuación sobre ellas, debe ser la identificación y nada mas…, es decir la estética, pasaría a un segundo plano, de momento…, hasta que sepamos exactamente, con lo que estamos tratando.
Para ello, hay que eliminar la tierra mas superficial hasta llegar a los relieves, pero respetando este protocolo, nos evitaremos muchos errores fatales, de exceso de limpieza, que pudieran degradar lo mas mínimo, una pieza de un alto valor numismático. Esto es algo que ocurre constantemente y que la mayoría de coleccionistas, hemos tenido alguna experiencia traumática alguna vez y DUELE….

Se puede emplear, por ejemplo, una punta de hueso, la cual puede fabricar uno mismo, a partir de restos de algún animal, de los que se pueden encontrar en cualquier campo… A ser posible elegiremos los que esten mas pasados por el sol, que al pasarlos por la superficie de la moneda, sacará la tierra,pero cuando llege al metal, lo que se desgastará sera el hueso, que se pulverizará… el metal blando, como por ejemplo un trozo de cable de cobre, tambien funciona, pero es un poco mas agresivo y al llegar al contacto con la moneda siempre la rayará un poco.

2-. Distinción vellón rico, vellón pobre

Una vez hayamos identificado la pieza, ya se puede pasar al segundo paso: dejarla bonita. En la mayoria de las ocasiones, lo hecho hasta ahora será suficiente y no es malo dejarles un poco de tierrecilla, que resaltará los contrastes.
Hay que distinguir si las monedas de vellón son pobres o ricas en plata. Esto pasa porque el vellón, no es mas que eso, una aleación de cobre y plata en proporciones muy diferentes, según la moneda. Por ejemplo, no es lo mismo un dinero medieval de Alfonso III, que el empleado para acuñar los maravedís de Felipe III. Puedo asegurar,que el resultado al terminar la limpieza, no es el mismo de uno a otro. Lo cual puede requerir muy diferentes métodos de limpieza.

3-.Vellones ricos en plata: Dineros medievales.

Yo sigo el siguiente metodo…. Los vellones suelen ser muy finos,  por lo que al manipularlos hay que ser muy cuidadoso.
Muy suavemente … cepillo de dientes y vasito de agua destilada, a la cual añadiremos unas veinte gotas de ácido clorhídrico o nítrico.
El resultado del vellón debe quedar de un color gris oscuro uniforme, como la mina de lapiz, en un par de minutos. Seguidamente….. una vez eliminados los restos de tierra, que no sacó la punta de hueso. Lo frotamos entre las llemas de los dedos, con el gel utilizado para limpiar las vitrocerámicas, el cual tiene el punto de agresividad perfecto para contrastar los relieves de los vellones ricos en plata, (ojo…no para otros)… y siempre y cuando, no frotemos demasiado, unos segundos bastarán.
Despues de bien aclarado en agua sin frotar y seco…. vaselina pura. Y Listo…… Os puedo asegurar que el resultado es sorprendente.

4-. Cobres y vellones pobres en plata: Dineros modernos y maravedis 
Aquí hay tres escuelas.

A) Dejarles la tierra en los campos tal cual queda, despues utilizar el hueso y punto. Esta es la que yo prefiero personalmente.

B) Dejarlos a remojo 24h en agua destilada. Ojo…(sin ácido). Prohibido para el cobre. Y seguidamente… cepillo de dientes de cedras duras, hasta eliminar completamente la tierra…. Resultado color chocolate…Secado…. con secador de mano para eliminar cualquier humedad y algún anticorrosivo especial para monedas que los hay y muy buenos…, si no… nada…. Preservar de la humedad.

C) Después del paso B, antes de secar, contrastar los relieves puliendolos… lo que algunos coleccionistas llaman… sacarle el cobre. Para ello hay diversos métodos, pero yo no recomiendo ninguno como estropajos, derivados del petroleo como limpiametales, etc… todo sera inútil en mi opinión el cobre volverá a oxidarse mas tarde o mas temprano y solo conseguirás degradar la moneda.

Si conoces otras formas de limpieza, os agradecemos que las compartas con nosotros porque seguro serán también muy interesantes.

Monedas Españolas Reproducciones y Falsificaciones (Fake Spanish Coins)

El tema de las falsificaciones cada vez es más preocupante, dado que las técnicas utilizadas son cada vez más sofisticadas. Por otro lado, la libre distribución, amparada por la ausencia de leyes que penalizen la venta de moneda antigua no marcada como reproducción, está a la orden del día. Nadie está exento de adquirir monedas falsas sea cual sea el lugar geográfico en el que resida. Desde Numismática Medieval tenemos un compromiso de denuncia de aquellas piezas que detectamos como falsas. Puesto que consideramos que el intercambio de información y experiencias entre coleccionistas es esencial para paliar de alguna manera esta lacra, nos hemos abscrito al grupo de facebook: Monedas Españolas Reproducciones y Falsificaciones (Fake Spanish Coins). El grupo acaba de comenzar con la esperanza de educar a los coleccionistas a reconocer las monedas falsas y compartir sus experiencias acerca de las copias, En el contamos con especialistas como Glenn Murray y Daniel Frank Sedwick, entre otros. 
Desde aquí lo recomendamos puesto que puede obtenerse una muy importante información sobre falsificaciones detectadas.

Al-Mutamid, el rey poeta y guerrero

Tras la desaparición del Califato de Córdoba y la desmembración del Estado Omeya en un mosaico de taifas independientes, todas ellas quisieron, en lo político y en lo cultural, emular los tiempos del califa Abderramán III. Pero uno de los reinos musulmanes destacó en este sentido por encima del resto: la corte sevillana de los abadíes.
El tercero de sus monarcas, Al-Mutamid se convirtió en un mito, no solo por conseguir la increíble expansión de sus dominios, desde el Algarve hasta Murcia, sino por convertir su corte en foco de intelectuales y artistas que llegaron a tener cargos de responsabilidad. El propio Al Mutamid cultivaría la poesía —fue discípulo del cordobés Ibn Zaydun— a la par que la espada y la contienda.
Al Mutamid llevaba la espada y la pluma en la sangre. Su padre, conocido como Al-Mutadid, quien hizo territorialmente fuerte al reino,   fue además de un «guerrero sanguinario y colérico» pero también un hombre que mostraba una especial sensibilidad por la poesía. «Se mostró protector y promotor de literatos, especialmente de poetas, cultivando él mismo este género, al igual que había hecho su padre, el cadí. Durante su reinado la poesía logró un alto grado de exquisitez, que llegó a la cumbre en la corte de su hijo; quien instituyó, incluso, una casa dedicada a la poesía y a los poetas».
Pero el verdadero culmen se logró bajo el reinado de Al- Mutamid. Se dice de el que era un «hombre candoroso, noble, cultivado y erudito, excelente poeta, espléndido mecenas, protector de las ciencias y de las letras». Aunque la vida del rey, que habitó el Real Alcázar de Sevilla, fue terriblemente trágica. Le tocó vivir un periodo de largas convulsiones políticas y bélicas que derivó en la muerte de algunos de sus hijos, cuyos asesinatos llegó a presenciar.
Durante dos décadas Al Mutamid fue el más poderoso de los reyes de taifa, pero no dejó de pagar las parias (tributo anual) que su padre había empezado a entregar religiosamente a Alfonso VI. «Esas parias, que el rey de Sevilla libraba, se fueron haciendo cada vez más costosas y difíciles de satisfacer y, acosado por esa carga económica y por las acometidas militares cristianas, Al Mutamid fue uno de los monarcas andalusíes que solicitó el auxilio de los almorávides».
El libro «Al Mutamid y los abadíes. El esplendor del reino de Sevilla (siglo XI)» de Pilar Lirola, editado por la Fundación Ibn Tufayl de estudios árabes y el Instituto de Cultura y Artes de Sevilla (ICAS), del Ayuntamiento de Sevilla, profundiza sobre la figura de Al-Mutamid y es mas que recomendable para conocer al personaje y las circunstancias de su tiempo.
La llegada de los almorávides desde el norte de África cambió el tablero hispano. Frenaron a los cristianos, pero también se quedaron en los territorios que fueron a liberar, acabando por anexionarse toda Al Ándalus. El final de Al Mutamid es triste: encadenado junto a su familia, tuvo que embarcar en el Guadalquivir, camino del destierro en Africa. Con su esposa Rummaykiya andrajosa, su hija vendida como esclava y sus familiares en la calle, Al-Mutamid escribió sus mejores poemas al tiempo ido, a la belleza gozada y perdida, a sus cadenas y a los cuervos de Agmat, donde murió prisionero. Tenía 55 años. Entonces, comenzó la leyenda, como la que os relato a continuación:
Se cuenta que un dia paseando un día a orillas del Guadalquivir con un amigo Ben Ammar, , jugaban a completar poemas, entretenimiento inconcebiblemente popular en la sociedad andalusí de la época. Al levantarse una ligera brisa sobre el río, dijo Al-Mutamid: «El viento teje lorigas en las aguas».

Esperaba la respuesta de su compañero, cuando ambos oyeron:

«¡Qué coraza si se helaran!».

Era una voz oculta en los juncos. Tras ellos descubrieron a una joven bellísima llamada Rummaykiya, que resultó ser esclava de un arriero. Mutamid la llamó a palacio, enloqueció de amor y la hizo su esposa, tomando el nombre de Itimad.

La moneda que ilustra esta entrada pertenece a la colección de «turbokit», a quién desde aquí queremos agradecer la cesión desinteresada de estas fotos. 
Se trata de un dinar de oro del citado rey con la mención aben Faryûn, del año 463 H. Pesa 3,91 grs. y mide 27 mm. En el anverso (parte central): No hay Dios sino Dios/Mahoma el enviado de Dios/Sira^y al Daula/aben Faryûn. En (orla): En el nombre de Dios fue acuñado este dinar en Madina Qurtuba año 3 y 60 y (400).  En el reverso (parte central): al-Mutamid ala-allah/El imam Abd-Allah/Emir de los creyentes/al-Muayad bi- Nasar Allah. En (orla): misión profética incompleta.
Más sobre Al-Mutamid, biografía y leyendas atribuidas a este rey, aquí.