Esta bitácora ya no se actualiza. Nos hemos trasladado a
Gracias y disculpa las molestias
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Muchisimas gracias Pepe por compartir con nosotros tus conocimientos sobre limpieza de monedas.
Se puede emplear, por ejemplo, una punta de hueso, la cual puede fabricar uno mismo, a partir de restos de algún animal, de los que se pueden encontrar en cualquier campo… A ser posible elegiremos los que esten mas pasados por el sol, que al pasarlos por la superficie de la moneda, sacará la tierra,pero cuando llege al metal, lo que se desgastará sera el hueso, que se pulverizará… el metal blando, como por ejemplo un trozo de cable de cobre, tambien funciona, pero es un poco mas agresivo y al llegar al contacto con la moneda siempre la rayará un poco.
2-. Distinción vellón rico, vellón pobre
3-.Vellones ricos en plata: Dineros medievales.
A) Dejarles la tierra en los campos tal cual queda, despues utilizar el hueso y punto. Esta es la que yo prefiero personalmente.
B) Dejarlos a remojo 24h en agua destilada. Ojo…(sin ácido). Prohibido para el cobre. Y seguidamente… cepillo de dientes de cedras duras, hasta eliminar completamente la tierra…. Resultado color chocolate…Secado…. con secador de mano para eliminar cualquier humedad y algún anticorrosivo especial para monedas que los hay y muy buenos…, si no… nada…. Preservar de la humedad.
C) Después del paso B, antes de secar, contrastar los relieves puliendolos… lo que algunos coleccionistas llaman… sacarle el cobre. Para ello hay diversos métodos, pero yo no recomiendo ninguno como estropajos, derivados del petroleo como limpiametales, etc… todo sera inútil en mi opinión el cobre volverá a oxidarse mas tarde o mas temprano y solo conseguirás degradar la moneda.
En la categoría mejor «ambientación histórica» este magnífico real de Pedro I de ceca Sevilla y su relato «El comerciante de Medina» (nº 002 de participación) ha resultado ganador.
Como sabeis, debido a una incidencia que se produjo en el sistema de votaciones por parte de uno de los concursantes (votos multiples desde una misma ip) que alteró gravemente el resultado del concurso, tuvimos que poner el contador de votos a 0 y comenzar de nuevo, en esta ocasión, sin que se pudiera emitir más de un voto. De ahí que el nº de votos finales válidos hayan sido menos. En cualquier caso el resultado ha sido el siguiente:
El ganador del sorteo realizado entre todos los participantes ha el participante nº 005 en la sección del concurso «Mejor moneda medieval del 2011» (noven de Alfonso X de Toledo)
Agradeceros a todos lo partipantes el interés mostrado y esperemos poder repetir esta iniciativa más adelante con un mayor número de participantes aún si cabe.
Un saludo
Todo esto, que esta muy bien, no sería posible sin vosotros que lo seguís y lo comentaís día a día. A 10 de julio de 2010, el blog era de una sola persona. Hoy día pertenece a todos vosotros que los seguís y dejais vuestros comentarios. Hoy día somos 8 seguidores en google friends (incluyendome a mi) y 17 en facebook.
Por otro lado, el blog ha superado en un año las 5.000 visitas y es nº 1 en el buscador GOOGLE por el término «numismática medieval» y 4º por «moneda medieval». Otro hito importante en este año es haber conseguido la colaboración de Antonio Roma Valdés, doctor en historia medieval por la Universidad de Santiago de Compostela, a quien de forma desinteresada, queremos agrdecerle que nos brinde sus grandes conocimientos sobre moneda medieval.
Pero no queremos que todo quede ahi. Para este siguiente año y sucesivos (ojala sea asi) queremos fomentar aún más la participación en el blog y para ello necesitamos de vuestra colaboración. Os lanzó este reto y os animo a que publiquies cualquier tema relacionado no solo con la numismática medieval, sino relacionado con la numismática en general. También os animo a que si teneis alguna moneda medieval envieis vuestras fotos para que se comente acerca de ella. Esto son sugerencias mías, pero las que más me interesan son las vuestras, por lo que las que tengais comentazmelas y sin son interesantes se tomarían en consideración.
Y no entretengo más, nuevamente daros a tod@s mis más sinceras felicitaciones y mi mayor gratitud.
José D. Rodríguez
Dada la tematica de nuestro blog, en especial, recomendamos la lectura del artículo «Monedas de Ceuta«, que hace un magnífico recorrido por la numismática árabe antigua de esta ciudad.
Desde aquí, Adolfo darte la enhorabuena por ese magnífico blog, que sin duda, contribuye enormemente a la difusión de esta que es nuestra pasión, el coleccionismo.
La Navidad no es sólo un recuerdo de un suceso histórico. Constantemente la liturgia subraya que el hecho del nacimiento de Jesucristo está ordenado a la Redención, a la Pascua, a la Parusía. Según la terminología de los antiguos, la Navidad es una mcmoria (misterio), cuyo centro es la muerte y resurrección de Jesucristo, siempre presente y operante, como alma de toda celebración litúrgica.
Alrededor de la liturgia de Navidad se ha formado, en el decurso de los siglos, una serie de costumbres folklóricas que han contribuido a crear un ambiente festivo en la intimidad de las familias y en las calles de aldeas y ciudades. Ya en el Siglo V se compusieron cantos populares sobre el misterio de la Encarnación, inspirados en la teología y la liturgia de Navidad. Cuando, en el siglo XIII, San Francisco de Asís y sus discípulos propagan la devota práctica de construir «belenes» en las iglesias y en las casas, se extienden los villancicos de Navidad, caracterizados por el tono sensible e ingenuo de sus letras y de sus melodías que se refieren preferentemente a los sentimientos de la Virgen y de los pastores ante la pobreza que Dios ha escogido al tomar un cuerpo humano.
Como para expresar visiblemente el significado de la «iluminación» obtenida por el nacimiento de Jesucristo, desde antiguo se introdujo el hábito de encender fuegos durante la noche de Navidad, reemplazando tradiciones precristianas. El alumbrado extraordinario de los lugares públicos durante el tiempo de Navidad se ha inspirado en esos usos.
Desde el siglo XVI, en los países nórdicos, se empiezan a reunir en torno a un árbol -el árbol de Navidad-, signo de la gracia alcanzada por la Encarnación y por la muerte en el árbol de la cruz de Jesucristo, en contraposición del pecado que se originó en el árbol del paraíso.
También, se destinó para el día de Navidad la práctica de cambiarse regalos y felicitaciones; práctica sugerida por la que existía en Roma el día primero del año, llamada estrenas. Al principio, se simbolizaba que era el niño Jesús quien ofrecía los regalos; y más adelante, serían los Reyes Magos quienes distribuyen los dones, y no tanto por Navidad cómo por la Epifanía, en que se conmemora el hecho de la entrega de sus obsequios a Jesucristo.
Por último, durante la octava de Navidad se celebran las «memorias» de los Santos Esteban, Juan Evangelista e Inocentes, como las más antiguas, a las que Oriente añadía la de los Santos Pedro y Pablo.
Tradiciones y Costumbres
Las tradiciones y costumbres son una manera de hacer presente lo que ocurrió o lo que se acostumbraba hacer en tiempos pasados. Son los hechos u obras que se transmiten de una generación a otra de forma oral o escrita. La palabra tradición viene del latín «traditio» que viene del verbo «tradere» que significa entregar. Se podría decir que tradición es lo que nuestros antepasados nos han entregado.
En el caso de la Navidad, lo más importante de las tradiciones y costumbres no es sólo el aspecto exterior sino su significado interior. Se debe conocer por qué y para qué se llevan a cabo las tradiciones y costumbres para así poder vivirlas intensamente. Este es un modo de evangelizar.
Existen muchas tradiciones y costumbres tanto del Adviento como de la Navidad, las cuales nos ayudan a vivir el espíritu navideño; sin embargo, debemos recordar que este espíritu se encuentra en la meditación del misterio que se celebra.
El calendario
Al fijarse esta fecha, quedaron también fijadas la de la Circuncisión y de la Presentación; la de la Expectación y, quizás, la de la Anunciación de la Santísima Virgen María; también la del Nacimiento y Concepción del Bautista. Hasta el siglo décimo la Navidad era considerada, en los documentos pontificios, el inicio del año eclesiástico, como se sigue haciendo en las Bulas; Bonifacio VIII (1294-1303) restauró temporalmente esta costumbre, la cual Alemania sostuvo durante algún tiempo más.
Las tres Misas
Las tres misas que señalan para esta fecha el Misal de Gelasio y el Gregoriano, y éstas con un martirologio especial y sublime, y con la dispensa, si fuera necesaria, de la abstinencia, todavía hoy son guardadas. Si bien Roma señala sólo tres Misas para la Navidad, Ildefonso, un Obispo español en el 845, alude a una triple Misa en Navidad: Pascua, Pentecostés, y la Transfiguración. Estas Misas, de medianoche, al alba, e in die, están místicamente relacionadas con la distribución judía y cristiana, o al triple «nacimiento» de Cristo: en la Eternidad, en el Tiempo, y en el Alma. Los colores litúrgicos variaban: negro, blanco, rojo; y el Gloria era sólo entonado al principio de la primera Misa de ese día.
Los pesebres, Belenes o Nacimientos
En el año 1223 San Francisco de Asís dio origen a los pesebres o nacimientos que actualmente conocemos, popularizando entre los laicos una costumbre que hasta ese momento era del clero, haciéndola extra-litúrgica y popular. La presencia del buey y del burro se debe a una errónea interpretación de Isaías 1, 3 y de Habacuc 3, 2 (versión «Itala»), aunque aparecen en el magnífico «Pesebre» del siglo cuarto, descubierto en las catacumbas de San Sebastián en el año 1877.
Los himnos y villancicos
Los primeros villancicos que se conocen fueron compuestos por los evangelizadores en el siglo V con la finalidad de llevar la Buena Nueva a los aldeanos y campesinos que no sabían leer. Sus letras hablaban en lenguaje popular sobre el misterio de la encarnación y estaban inspirados en la liturgia de la Navidad. Se llamaban «villanus» al aldeano y con el tiempo el nombre cambió a «villancicos». Éstos hablan en un tono sensible e ingenioso de los sentimientos de la Virgen María y de los pastores ante el Nacimiento de Cristo. En el siglo XIII se extienden por todo el mundo junto con los nacimientos de San Francisco de Asís.
El famoso «Stabat Mater Speciosa» es atribuido a Jacopone Todi (1230-1306); «Adeste Fideles» data del siglo decimoséptimo. Pero, éstos aires populares, e incluso palabras, deben de haber existido desde mucho tiempo antes de que fueran puesto por escrito.
Fuente: acipremsa.com
Fortaleza de origen islámico concebida como puerta de protección ante la ciudad. En el lado sur del río y en un extremo del Puente Romano, se levanta esta torre.
Construída sobre una antigua torre de vigilancia, fue reformada por orden de Enrique II de Trastámara para defenderse de su hermano Pedro I. A las dos torres existentes, se le añade una tercera, uniéndose todas ellas por dos cilindros con la misma altura que aquellas. Fue durante un tiempo, cárcel de la ciudad de Córdoba.
Fue declarada monumento histórico artístico en 1931. Más tarde fue cedida al Instituto para el Diálogo de las Culturas (Fundación Roger Garaudy) quien ha instalado un museo audiovisual. Este museo presenta una panorámica cultural del apogeo medieval de Córdoba, del siglo IX al siglo XIII, basado en la convivencia de las culturas cristiana, judía y musulmana.
A su extremo sur del puente romano, existe aún un hermoso castillo denominado la Calahorra o Carrahola, que de ambos modos le dicen, y que servía para la defensa de la entrada del puente. Labráronla los árabes y formaba dos torres unidas por un arco; debajo de éste tenía la puerta, donde, para ganarla, ya hemos dicho que San Fernando perdió muchos de sus valientes soldados.Este castillo ha servido muchas veces para prisión de los nobles que cometían algunos crímenes. En él estuvieron también presos algunos de los moriscos procedentes del reino de Granada. En 1369, Enrique II la mandó reparar y ampliar esta fortaleza. Cerráronle el arco, ampliaron el edificio por la parte posterior, rodeándolo de muros, y fue preciso dar subida al puente, ampliándolo con una línea oblicua en la que formaron el último arco, que es de diferente construcción, viéndose por bajo dos, uno el nuevo y otro el que quedó interceptado contiguo al muro del castillo. Después ha debido tener algunas reparaciones que no vemos consignadas. En nuestros tiempos, 1837, se reparó un tanto, y se hizo un lugar por donde se pudiese extraer agua del rio.
En 1718 el jefe de escuadra don Baltazar de Guevara trajo de Sicilia 40 soldados prisioneros de las tropas piamontesas, entregándolos en El Puerto de Santa María a don Francisco Manríquez Arana, quien consultó al rey lo que había de hacer con ellos; contestaron que los internase, y los mandó a Córdoba, donde dispusieron acuartelarlos en la Calahorra, si bien no llegaron más que 35, que entregó una escolta de diez caballos al mando del teniente don Antonio Aquatil. Consultado a su vez por el corregidor don Juan de Vera Zúñiga y Fajardo lo que haría con aquellos desgraciados, contestole, de orden del rey, don Miguel Fernández Durán, que los socorriese y viese el modo de conformarlos a que se agregasen al ejército español, incorporándolos, en el caso de que consintieran, al regimiento de Simbourg, a la sazón en las costas de Andalucía. Consiguiose lo que se deseaba y los 35 soldados piamonteses fueron entregados en 23 de noviembre de dicho año al sargento Outoit, del regimiento de Guardias Valonas de infantería.
En 1779 y 1780 trajeron a Córdoba todos los prisioneros ingleses que llegaban a Cádiz y al Puerto, los cuales eran socorridos con ración y pre en la torre de la Calahorra y en la casa del conde del Portillo, calleja de Santa Inés, alquilada para este objeto. De las comunicaciones resultan unos 500 prisioneros, pero en las revistas del comisario, que originales hemos visto, no pasan de 248, lo cual puede consistir en que no se reuniesen todos a un tiempo, pues hay diferentes órdenes de entradas y salidas.
En 1781 se declaró en la cárcel una horrible epidemia de tabardillos, que puso en grave peligro la vida de todos los presos. En vista de esto, y considerando que estando aquélla en la Corredera podía propagarse a los vecinos, se habilitaron la Calahorra y una casa en el Campo de la Verdad, donde eran llevados los enfermos, dando lugar a un gasto de 13.780 reales, 30 maravedises, que se pagaron de los fondos de propios y arbitrios.
Desde 1808 a 1810 se utilizó también este castillo para prisioneros militares. En 1823 estuvieron presos en aquel sitio muchos de los liberales a quienes persiguieron y fatigaron los realistas. En 1835 estuvo acuartelado allí el provincial de Bujalance, y en muchas ocasiones lo han estado las partidas sueltas que pasaban por Córdoba. En 1836, cuando la venida de la facción de Gómez, se guarneció por nacionales.
Esta fortaleza tenía varios cañones ocupando las troneras altas, y en prueba de ello diremos que en algunas de las relaciones hechas por testigos presenciales del tumulto de 1652 se dice que los alborotadores del barrio de San Lorenzo se llevaron a él los tiros que había en lo alto de la Calahorra.
Fuente: Cordobapedia